Sí, nosotros también hemos padecido con nuestros perros esa desagradable sensación de no poder hacer nada para evitarles sufrimiento. No obstante, no siempre logramos actuar de manera adecuada y eficaz. Hoy os vamos a enseñar unos sencillos pasos a seguir para estas fechas llenas de ruido, petardos y de alboroto.
Primero, te recomendamos comprar lavanda y aplicar un poco en una bolsita en su collar, en su cama o darle masajes con alguna loción que contenga lavanda. Esto es recomendable realizarlo antes de que empiecen las celebraciones; es decir, antes de que cualquier ruido le pueda perturbar.
Después, hay que intentar en la medida de lo posible, no sacar a pasear a nuestro perro a lugares muy frecuentados o a altas horas de la noche que es cuando se produce la quema de estos artilugios pirotécnicos.
Es recomendable darle un paseo muy largo en el que elimine energía acumulada y consiga descansar durante la noche. De esta manera, el cansancio no le dejará pensar tanto en los ruidos, sino en dormir.
A continuación, si el susto es irremediable, dejaremos a nuestro perro tranquilo en la habitación donde se encuentre más cómodo. Siempre buscará un refugio en el que sentirse protegido.
Nuestro consejo es que cierres las puertas y ventanas y bajes persianas para que no llegue tanto ruido a casa desde el exterior. También podemos poner música para que solape los malos ruidos de las celebraciones. Nuestro peludo lo agradecerá.
Si quieres puedes darle un snack o juguete para que muerda y se relaje. De esta manera, canalizará su energía en otras actividades. Su mente estará ocupada en morder o comer esa golosina o juguete.
Si se dirige hacia nosotros, lo acariciaremos con calma sin alterarnos para no contagiarle nuestro nerviosismo y provocar indebidamente ansiedad. Le daremos importancia a su miedo, pero no fomentaremos esa actitud.
Trataremos de cuidarlo, pero sin pasarnos en su atención. Le mimaremos, pero no le sobreprotegeremos.
Esperamos que con estos sencillos pasos y un poco de paciencia puedas mantener a tu perro sin sobresaltos y con la menor ansiedad posible en estas épocas de fiestas.